Hace 10 minutos llegué a mi casa, luego de haber ido a cine con mi familia en Unicentro (shopping en Bogotá). Típica escena capitalina, salir de la película y pasar por el supermercado a comprar lo del desayuno de mañana.
Empezamos a buscar un pan y la emoción de comprar algunos productos extra, por parte de mi familia, no logró contagiarse en mi alma. Hace tiempo que vengo evitando comprar cualquier cosa que venga en empaques y ver todo envuelto en plástico, me genera sentimientos negativos, así que eso fue fácil.
¿Qué pasó de diferente esta vez? ..sin que yo lo supiera, mis ojos empezaron a ver el entorno, sin su escudo habitual.
Primero por la zona de paquetes plásticos de papas, luego por la zona de los frutos secos envueltos en ese material extraño- de una aleación que ni se recicla, después por la zona de aseo con los detergentes, jabones, limpiadores, en sus respectivas botellas plásticas, tratando de buscar una salida entre el mar de basura que se estaba armando en mi cabeza, encontré los repelentes "Raid" con sus aerosoles tóxicos y "necesarios" para la humanidad y ahí, como tratando de encontrar una luz, solo encontré velas... ahí fue mi punto de quiebre, ver que hasta para orar por alguien, usamos plástico...las velas vienen recubiertas de una capita fina de este material...
Vino una lágrima, luego la otra, después mi nariz roja que me delata y sin encontrar excusas antes la "ridiculez" de estar llorando por el planeta, la bruma de la realidad entró y me sacó corriendo del supermercado hecha un mar de lágrimas. SÍ, eso me pasó hace menos de una hora y SÍ, solo me calmé cuando mi hermana fue a buscarme a ver qué me había pasado y ella con su sabiduría y apoyo incondicional, me insistió en que no parara mi proyecto de comunicar y poner en la mesa estos temas, para darles la importancia que merecen...
Tú, si estás leyendo esto, deseo con toda mi alma al cielo, que algún día se te caiga la venda o el escudo de los ojos, ante lo que está pasando. No estás fallando solo tú o yo, es todo el sistema, los supermercados, las leyes, la normalidad tóxica en la que nos concebimos y que solo se combate con la revolución de unos ojos curiosos.
Por favor date la oportunidad de ver. Haz el ejercicio de ir a tu supermercado habitual y mira la inmensidad del problema que estamos causando. Permítete contagiarte de ello, porque quizás así, termines escribiendo como yo a las 10:50pm, tratando de encontrar pares que quieran cambiar esta realidad y de seguro los vas a encontrar. Yo te acabo de encontrar a ti, que estás leyendo mis palabras...
Pd. Las lágrimas solo me sirvieron para limpiar el mugre de postergar mis planes de impactar ambientalmente. Si tienes ideas o quieres que conversemos del tema o quieres contagiarte de mis planes, escríbeme a tatianaonzagagreen@gmail.com , necesitamos unirnos. Juntos somos todo.