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¿Cómo viajar y compensar tu huella de carbono?

Actualizado: 7 nov 2023

En esta publicación te enseñaré, qué puedes hacer para que tu próximo viaje sea realmente más sostenible.

Yo en los Alpes Suizos (2013-Engelberg). Ahora, una bola de nieve, que quiero lanzar a las caras, de los que no creen que es posible contribuir como individuos a hacerle frente al cambio climático

Desde que era pequeñita siempre he amado viajar. Por carretera los paseos familiares a la finca del abuelo, la primera vez que viajé en avión que fui a Cartagena, cuando decidí irme a vivir a Buenos Aires, empezar a soñar con conocer ciudades y materializar esos sueños en uno, dos, tres y muchos viajes que vinieron y vienen en camino...son infinidad los recuerdos felices que tengo y los que espero capturar. Los paisajes, aromas, las sonrisas desconocidas, los cielos distintos a mi cielo colombiano, animales que nunca pensé llegar a ver...etc.


Llevo un año tratando de a un día a la vez, de ser más sostenible. En el medio pasaron viajes y me faltaron cosas por hacer. Entre esas, la principal, reconocer y hacer algo con la huella de carbono. Ese tema que se escucha mucho y algunos mortales entendemos un poco. Siendo muy generalista, la huella de carbono es una forma de medir el impacto de nuestras acciones y consumo humano, sobre la tierra, específicamente en las emisiones de CO2. Se determina, según la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que se producen.


Llevémoslo a la práctica de los viajes para entenderlo y remediarlo un poco. La mayor cantidad de GEI que se produce en el planeta, es por la generación de energía a través de la quema de combustibles fósiles (gas natural, carbón, petróleo, etc.). Cuando vamos en un avión, tren, bus, auto, necesariamente hay combustión de este tipo de gases y si la distancia es mayor, mayor será la cantidad de GEI que se producen.


Próximamente haré el siguiente recorrido Bogotá-Madrid-París-La Haya-Colonia-Varsovia-Berlín-Hamburgo-Copenhague-París-Madrid-Bogotá. Suena y será genial, pero en el medio hay aviones intercontinentales, aviones locales, trenes, buses, hoteles, hostels y mucha muuuucha combustión.

Camino al valle de Cocora, Quindío, Colombia, 2016

¿Qué hice entonces? medir y compensar mi huella de carbono. Esto se hace a través de páginas de internet, que te ofrecen calcular esa huella de forma gratuita y luego te permite pagar un monto determinado, que se usa para sembrar árboles. Esto equilibra esa contaminación que produce mi desplazamiento y estadía en estos lugares. Algo obvio que debería de tenerse en cuenta siempre, pero muy pocas aerolíneas o proveedores de servicios turísticos, lo tienen en cuenta.


1. Medir tu huella de carbono del viaje

Dependiendo del caso, cada producto, cada medio de transporte, tiene su propio cálculo complejo. De todas formas, la medida final que se expresa, son toneladas de carbono. Como resultado de análisis y mucho esfuerzo, muchas páginas te ofrecen de manera gratuita, a través de algoritmos ya programados, compensar esa huella de carbono y te muestran un botón de "compensa tu huella". Sin embargo, te calculan normalmente tu huella anual (la energía de tu casa, desplazamientos en el año según el medio de transporte que tomes, cantidad de aviones al año, etc. entre otros), la cual es muy interesante también de calcular.


Para mi caso, la página que encontré más acorde a viajes para mi huella, fue la de www.ceroco2.org . Para el cálculo te piden los kilómetros entre ciudad-ciudad (los puedes buscar en google) y el medio de transporte (avión, tren, auto), lo cual lo hace más preciso y también te permite incluir los días que pases en hoteles.

En las imágenes que vienes, te puedes dar una idea del proceso en las páginas que te menciono y el resultado total para mi viaje, fue de 3.4 Toneladas de carbono.



Nota: Vale aclarar que esta página también te permite hacer el siguiente paso que es compensar, incluso tienen proyectos que puedes elegir de reforestación y la zona donde quieres que se siembren, pero el problema es que solo lo puedes hacer si eres de España- ya que te pide el NIF (número de identificación fiscal) y al momento de que iba a pagar, no me permitió hacerlo (yo soy de Colombia).


2. Compensar tu huella sembrando arbolitos o más bien, pagando para que los siembren en sitios determinados.

En el mercado de carbono no hay tantas opciones como quisiera, para poder compensar. Así que luego de buscar opciones que me dieran confianza y donde estuviera segura de que sí se iban a sembrar los arbolitos y que podía pagarlos con mi tarjeta de crédito de Colombia, terminé en la empresa de www.co2cero.co .


Allí no tienen la opción de calcular tu huella para viajes, específicamente, así que lo que hice fue calcular mi huella anual- esto se hace por medio de un cuestionario donde analizan tus hábitos de consumo de energía, transporte, etc.- y el resultado fue sorprendente: 5.5 toneladas al año, frente a 3.4 que me haré en un solo viaje...terrible!), ustedes también pueden compensar esta huella anual, es otra punto responsable que necesita compensación. Recuerden que más allá de contribuir en todo, es contribuir y empezar por algo, hasta que se vuelva hábito y pases al siguiente nivel.


Vamos con un poquito de matemáticas, no se asusten, es sencillo. Recuerden mi huella anual fue de 5.5tn de Co2 y el total de árboles a sembrar que me dio esta huella, fue de 22, así que para saber cuántos árboles equivalía en esta página 3.4tn de CO2 de mi viaje, hice una regla de 3 que sería 3.4tn x 22 árboles /5.5tn, para sacar el número de árboles a compensar y me dio en total 14 árboles.

Al momento de realizar el pago, fue ese el total de árboles que elegí para plantar por mi viaje y lo mejor es que son árboles nativos yujuuu. Tuvo un valor de $210.000 (60USD).


En las siguientes imágenes te muestro un poco de cómo es el proceso de esta página. Recuerda que si no puedes pagar por todos los árboles que deberías sembrar, elige los que puedas, pero al menos hazlo!, es un árbol o dos o tres que hacen la diferencia.

3. Manejar los sentimientos de pagar-por sembrar

Muchos puede sentir que es demasiado dinero para pagar y creo que hace un año, probablemente hubiera sentido que era excesivo y no lo hubiera hecho. Hoy, desde otra perspectiva y desde otra Tatiana más madura, observo día a día como explotamos a la tierra y lo poco que le entregamos a ella.


Nos motivaron a que extraer, comprar, usar y desechar, pero no a unirnos a la naturaleza o a entender que somos parte de ella en un sentido literal. Ella puede vivir sin nosotros, pero los humanos no podemos vivir ni un solo día sin ella. Por eso, cuando pagué esa cantidad, me sentí como una gota de agua en un océano, pero una gota que suma, no que resta.

Pensé lo poco que yo como individuo, he aportado y que de ahora en adelante, este método será mi un autoimpuesto feliz, que hará mi viaje más sostenible.


¡Espero tú también te motives a hacerlo y que el proceso que te compartí te sea de utilidad! cuéntame qué viaje harás próximamente y pensemos juntos cómo podemos hacer de este recorrer el mundo, un camino más sostenible.



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